Tenía mucho sin escribir en mi blog; la falta de tiempo libre es la causa principal.
Hoy fui por la arena de mi gato a maskota y vi a un hermoso perrito en la vitrina. No había más perritos. Él era el único y ya tendría más de seis meses de edad, aproximadamente.
No pude evitar sentir una gran tristeza. Me parece que la gente que compra perritos (aunque hay una larga lista de animales que se podrían incluir) no se dan cuenta que los privan de una "infancia" feliz.
Este perrito ha vivido seis meses en una jaula. En el mejor de los casos, paseando en la parte de atrás de la tienda (y sabemos que rara vez es «el mejor de los casos»).
A veces, estos pobres perritos se enferman, están sin agua o comida un buen rato porque los adolescentes contratados no son responsables ni de su propia vida, mucho menos cuidan apropiadamente a los perritos en la tienda... y la lista de negligencias podría seguir.
Todo lo anterior estoy segura que no es nada nuevo para nadie pero lo que seguramente no saben muchos es que ELLOS también son culpables de toda esta sucia cadena. Su necedad de tener un perrito de raza y aceptar pagar enormes cantidades de dinero son los facilitadores de este giro de negocio.
Me pregunto, ¿Y si sus madres hubieran preferido adoptar porque sus retoños no serían raza pura? ¿En serio no se ven en un espejo? No entiendo de dónde creen que tienen «pedigree». Y hay otros aún peores. Los que compran de raza para cruzar y vender cachorros.
Al final del día, ¿Han pensado cuántos de todos estos perritos terminan en la calle, que n albergues y en el antirrábico?
El pequeño del que les platicaba seguramente terminará siendo casi regalado. Si después de determinado tiempo no se venden, los ponen con precio especial como si fueran cosas porque la casa nunca pierde.
Tomen un minuto de su tiempo y piensen ¿Qué tratan de compensar al comprar un perro carísimo de raza? Si supieran que es mil veces mejor salvar una vida adoptando, quizás lo pensarían mejor.